“La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigual existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respecto y capacidad de decisión.” (BOE 313, dic/2004)

En México, la violencia contra las mujeres parece encontrarse enraizada en la sociedad, y no ha sido reconocida en toda su gravedad. Las estadísticas con que se cuenta son muy limitadas, la vergüenza de las víctimas y el temor a represalias, provoca que estos delitos no sean denunciados o que no sean reconocidos y a pesar de que las denuncias han aumentado en épocas recientes, por ejemplo, se considera que sólo una de cada diez violaciones es denunciada.

Durante 2003, se levantó la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh 2003), cuyo objetivo fue conocer el clima de las relaciones familiares de los hogares mexicanos y, por primera vez, aproximarse al fenómeno de la violencia intrafamiliar, particularmente de pareja.

En México en 2003, 35,4% de las mujeres de 15 años y más, sufrían de violencia emocional, 27,3% padecían violencia económica, 9,3% violencia física y 7,8% violencia sexual. De las mujeres entrevistadas sólo 56,4% declararon no padecer ningún tipo de violencia.

Las actividades de todas las instancias han contribuido a visibilizar la violencia contra la mujer en todas sus formas, lo que ha provocado la puesta en marcha de acciones en los ámbitos legislativo y judicial, a partir de 1984 se inician las modificaciones legales para aumentar castigos y ampliar la cobertura de las mujeres.

Uno de los casos más sonados y graves respecto a la violencia contra las mujeres en México, son los asesinatos cometidos contra el colectivo de mujeres en Ciudad Juárez que ha tenido una repercusión mundial. A pesar de esta repercusión los avances hasta la fecha han sido escasos y se manifiesta la carencia de una acción decidida para solucionar este problema social.

Según un informe de Inmujeres (2005), “se indica que en 2000 se presentaron tasas de asesinatos superiores a las reportadas a nivel mundial (17,1% para el homicidio y 5,8% para el feminicidio), en tanto que hasta el mes de noviembre de 2004, se contabilizaron 142 mujeres víctimas de violencia sexual y serial, de un total de 382 mujeres asesinadas de 1993 a la fecha”.

En el caso de la violencia contra las mujeres, diversos estudios han demostrado que no distingue grupos socioeconómicos, edad o niveles educativos.