Introducción al conflicto
Ucrania y Rusia son dos estados que comparten fronteras, historia, relaciones comerciales, ambiciones geopolíticas,… De hecho, la capital ucraniana es considerada la cuna de un estado medieval que surge a finales del siglo IX llamado la Rus de Kiev; y, además, durante cerca de 70 años (desde 1922 hasta 1991), Ucrania formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) bajo el nombre de República Socialista Soviética de Ucrania.
En el ámbito político, la vecina Rusia ha intentado conservar la influencia sobre Ucrania (un estado clave en términos geoestratégicos militares, de control de los recursos naturales, de producción de alimentos,…) mediante representantes políticos cercanos a los intereses de Moscú y que se alzan como partidarios o abanderados de la población rusófona. Dos ejemplos recientes de estos intentos de «control» político son Leonid Kuchma (presidente ucraniano entre 1994 y 2005) y Viktor Yanukovich (candidato a la presidencia en las elecciones de 2005 por el Partido de las Regiones, de orientación prorrusa). Ambos nombres se asocian a revueltas populares: la Revolución Naranja y, en el caso exclusivo del segundo, la revuelta del Euromaidán. La aproximación ucraniana a la Unión Europea se interpreta desde Moscú como una amenaza a los intereses económicos estatales rusos y la expansión de la OTAN vía Ucrania se entiende como un peligro para la seguridad nacional rusa.
La crisis de Crimea (que se inicia en 2013) también afecta directamente a las relaciones entre estos dos estados, ya que Rusia se anexiona la península sin el reconocimiento de Ucrania. Debido a la revolución del Euromaidán, de claros tintes europeístas, los óblasts (regiones) del este de Donetsk y Lugansk, que tienen una proximidad a la cultura rusa, comenzaron a manifestarse hasta llegar al punto de autoproclamarse repúblicas independientes; lo que provocó la guerra en el este de Ucrania.
Los recursos energéticos (especialmente, la distribución y almacenamiento del gas y los procesos de integración energética regional) también han sido motivo de tensión entre Ucrania y Rusia. En 1997 y con apoyo de Estados Unidos, Ucrania, Moldavia, Georgia y Azerbaiyán forman el GUAM, como contrapeso a la estrategia rusa de control de la producción y distribución de petróleo y gas. En el año 2000, Rusia impulsa y defiende la Comunidad Económica Euroasiática (formada inicialmente por la Federación Rusa, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán). La mayoría de los gasoductos y oleoductos que abastecen Europa proceden de Rusia y circulan principalmente por territorio ucraniano. La tensión entre Rusia y Ucrania por el control de la distribución del gas estalla en 2006 y reaparece durante 2008 y años posteriores. Las hostilidades se originaron al elevar Rusia el precio del gas en Ucrania (con el consiguiente endeudamiento e impago), y al responder Ucrania con un incremento de las tasas para dejar pasar los gasoductos rusos por territorio ucraniano. Las tensiones provocaron el corte del suministro de gas ruso a Ucrania en pleno invierno.
Los conflictos en Crimea y en el este de Ucrania han generado una importante crisis humanitaria. Según datos del Ministerio Ucraniano de Política Social, hasta octubre de 2015 había más de un millón y medio de personas desplazadas internas, es decir, personas que (a pesar de continuar dentro de Ucrania) han huido de sus zonas de residencia; principalmente, de las situadas en el este del país donde las confrontaciones armadas son continuas. Por otra parte, más de un millón de personas se han desplazado fuera de Ucrania buscando asilo y refugio*, sobre todo a Rusia (donde se calcula que hay cerca de un millón de ucranianos/as) y Bielorrusia (donde puede haber unos 100.000). Cerca de 20.000 personas originarias de Ucrania han pedido asilo en países de la Unión Europea, principalmente en Alemania, Polonia e Italia. El número de personas tanto desplazadas internas como en busca de refugio y asilo en estados vecinos está directamente relacionado con los acontecimientos en la zona este de Ucrania (Donetsk y Lugansk), donde hay un elevado grado de conflictividad y violencia.
*Los datos referentes al impacto humanitario del conflicto en Ucrania provienen de ACNUR. Se pueden consultar más datos e informaciones en la pàgina de ACNUR dedicada a Ucrania.