1. Rus de Kiev

Rusia y Ucrania comparten una larga historia medieval común que se centra en la Rus de Kiev. Kiev, capital de Ucrania moderna, es considerada la cuna de la civilización eslava oriental. En el siglo XI la Rus de Kiev era el estado más grande de Europa por extensión.

Rus de Kiev

La invasión mogola (1223-1240) marcó el final de la Rus de Kiev y el inicio de una nueva etapa histórica en la que los principados eran la nueva forma de organización política. Entre los diferentes principados que se crearon estaba el Principado de Kiev.

Los pueblos de Ucrania y Rusia comenzaron a separarse debido a la creación del Zarato ruso (1547-1721), que agrupó a la mayoría de las provincias del norte de la Rus de Kiev, y la República de las Dos Naciones (formada por la unión del reino de Polonia y el gran ducado de Lituania). A partir del siglo XVII, Ucrania se incorporó al Imperio Ruso.

2. Ucrania soviética

El período 1917 – 1919 fue muy convulso, con declaraciones de independencia, proclamación de la República Popular de Ucrania, invasiones bolcheviques,… En 1920 se proclamó la República Socialista de Ucrania, que será una de las Repúblicas Soviéticas fundadoras de la Unión Soviética (URSS), el 30 de diciembre de 1922.

Entre 1932 y 1933 Ucrania sufrió un gran episodio de hambre, llamado Holodomor, que provocó la muerte de entre 7 y 10 millones de ucranianos. Se consideraron responsables de este hecho a las autoridades soviéticas y las políticas encabezadas por Josif Stalin, dirigidas contra los campesinos ucranianos, que supusieron la aniquilación sistemática y masiva de la población (un tercio eran niños) y una flagrante violación de los derechos humanos. Stalin ordenó realizar campañas de represión, conocidas como «deskulakización«, que consistían en el genocidio y la vejación de los kulaks (campesinos ricos), así como en la apropiación del grano que producía el país.

En 2006, Ucrania pidió oficialmente que se reconociera el genocidio de Holodomor. Esta iniciativa tuvo la aceptación de varios países, incluyendo Estados Unidos. Pero el carácter genocida de esta hambre fue impugnado por Kazajstán y Rusia, que argumentaron que Ucrania no fue la única república soviética afectada. La ONU no ha reconocido el genocidio. Por el contrario, en 2008 el Parlamento Europeo describió Holodomor como una hambre provocada y «un crimen contra el pueblo ucraniano y contra la humanidad».

3. Ucrania postsoviética

Si la República Socialista de Ucrania firma en 1922 la creación de la Unión Soviética (URSS); 69 años después, en 1991, firmará junto con la República Socialista de Rusia y de Bielorrusia, la disolución de la URSS y la creación de la CEI (Comunidad de Estados Independientes). Las tensiones entre Rusia y Ucrania, que culminarán con la anexión unilateral de Crimea por parte de Rusia, generarán la salida de Ucrania de la CEI en 2014.

¿Qué panorama dejó la época postsoviética en Ucrania? La disolución de la URSS permitió la aparición de Ucrania como el segundo estado europeo en extensión por detrás de Rusia, con un potente sector agroindustrial (que es considerado el granero de Rusia), con una estructura productiva muy ligada a la industria pesada y orientada al mercado ruso, y con potencia nuclear heredada. En concreto, se heredan 1.900 armas nucleares estratégicas que serán devueltas a Rusia para su desmantelamiento en el marco del Memorando de Entendimiento de Budapest.

Pero la época postsoviética, especialmente los primeros años, se acompañan de una grave crisis económica, con disminuciones significativas del PIB (Producto Interior Bruto), desigualdades económicas entre óblasts (regiones), así como diferentes sensibilidades de la población en relación al modelo y la orientación de estado y las políticas internacionales, concretamente, las relaciones con la Unión Europea y con la Federación Rusa.

La época postsoviética hace emerger dos potencias regionales: Ucrania y la Federación Rusa, enfrentadas por temáticas de carácter político y geoestratégico. En el ámbito político, en Ucrania se plantea el dilema de mirar hacia (y asociarse con) la Unión Europea y la OTAN o volver al espacio de influencia ruso. Este planteamiento político y social será el eje vertebrador de los acontecimientos ocurridos en el país hasta la actualidad.

Desde el punto de vista geoestratégico, las relaciones entre Rusia y Ucrania son tensas. En particular por el estatus territorial de Crimea [ver mapa] (cedida por la URSS a Ucrania en 1954), por la presencia de la Flota de la Armada rusa en Sebastopol, y por el control de los mares Negro y Azov, compartidos entre los dos estados. La disputa territorial por Crimea, así como por el control de la flota y el uso de Sebastopol, tuvo lugar durante los años noventa y se zanjó con el Tratado de Paz y Amistad entre Rusia y Ucrania en 1997. Este tratado dio el control mayoritario de la flota en Rusia y obligó a Ucrania a alquilar la base de Sebastopol a Rusia por períodos de 20 años renovables.

Crimea

Las relaciones ruso-ucranianas se deterioraron significativamente como resultado de la revolución Naranja de 2004 y las crisis del gas de 2006 y 2008.

Curiosamente, en Ucrania los intereses económicos rusos controlan la cuota de mercado en los sectores de la energía y los medios de comunicación. El primer presidente de la Ucrania postsoviética fue Leonid Kravchuk, miembro del Politburó ucraniano en 1939 y presidente de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) en 1990. Kravchuk fue elegido presidente el 5 de diciembre de 1991, pero no fue investido hasta el 22 de agosto de 1992. Luego, se presentó a las elecciones ucranianas de 1994, pero perdió a favor del candidato Leonid Kuchma, ingeniero que, entre 1986 y 1992, había sido director general de la mayor fábrica de armas y balística Youjmach (Dniepropetrovsk, Ucrania).